Nuestro particular tributo al solsticio de verano: 10 obras de arte que, de un modo u otro, nos transmiten la esencia del verano. A disfrutarlas.
WINSLOW HOMER: “SUMMER NIGHT (NOCHE DE VERANO)”- 1890
Winslow Homer pintó “Noche de verano” -una de sus obras más famosas- cuando vivía en un pueblo de la costa de Nueva Inglaterra. Dos chicas bailan el sonido de las olas bajo la luz de una invisible luna llena que, sin embargo, no ilumina a las espectrales figuras que, recortadas contra el brillante océano, observan a las jóvenes. La obra es una sensacional escena nocturna que captura la magia y encanto de una noche de verano.
ANDREAS GURSKY: BEACH – 2005
ANDREAS GURSKY: “BEACH (PLAYA)” – 2005
Es conocido el gusto de Gursky, uno de los más cotizados fotógrafos de nuestros días, por los puntos de vista especialmente altos. En esta playa, el fotógrafo nos presenta un caótico universo de arena-espacio y toallas-planetas, una pléyade de sombrillas y botes de after sun sin direcciones ni puntos de referencia.
Imagen: © Andreas Gursky
JACKSON POLLOK: SUMMERTIME – 1948
JACKSON POLLOK: “SUMMERTIME (VERANO)” – 1948
“Summertime” es una de las obras más brillantes de la época de esplendor de Pollock, que podríamos situar entre 1946 y 1950. Con un formato marcadamente horizontal, Pollock imprime a la composición un ritmo y un movimiento sensacional, que muchos críticos han identificado con una serie de figuras danzantes.
Imagen: © Pollock – Krasner Foundation, Inc.