Para la infancia un oso de peluche tiene un significado muy amplio y la vez muy pecu- liar, con un motivo compartido por muchos niños y niñas: la compañía, siendo lo anterior parte de la historia de Oso Fredo.
A partir del año 2010 se ha entregado a personalidades del mundo social, cultural y político de México para que conviertan en pieza única a Fredo y pueda ser subastado a beneficio de fundaciones que apoyan a niños en situación de desventaja.
En esta ocasión, Alejandro Martínez, artista plástico oaxaqueño, ha participado en la intervención de Oso Fredo, en la expresión de su creatividad y técnica, pero sobre todo en sus recuerdos de la infancia. Ante la labor altruista, el arte se hace presente, esta vez con la técnica de la grana cochinilla.
Para Alex Martínez, Fredo, está representado por sus remembranzas del amor y los temores que se tiene a una temprana edad, en el centro del oso, ha dibujado un corazón que brilla en la obscuridad, creyendo así que el próximo compañero de Fredo no tendrá por qué temer a esas noches de sombras e imágenes reflejadas en la pared. En la parte superior aguarda todo el amor que un niño puede dar y recibir a corta edad, en la parte del centro se encuentra la purificación y espiritualidad que se evoca en esta etapa, y en la parte inferior, el oso esta conformado por la imaginación inagotable de la edad.
AlexPintart hizo la invitación al artista oaxaqueño, aceptando así la oportunidad de crear en Oso Fredo la expresión artística en texturas y colores que permite la grana cochinilla. El equipo de AlexPintart realizó la cobertura al proceso de creación de Oso Fredo en manos de Alex Martínez, dejándose sorprender por la combinación del arte con la intención de favorecer a una causa altruista.
Octubre 2015